Según cuentan testigos, varios de los asistentes ingirieron licor y entre ellos se encontraba María Nancy Tabares Ramírez, de 38 años de edad, quien esa noche estuvo especialmente animada, cantando y compartiendo con los suyos.
Dicen las mismas versiones, que cerca de la hora de la tragedia, la mujer decidió subir al segundo nivel de la vivienda y se sentó sobre las barandas metálicas del balcón, hecho que llamó la atención de los pocos asistentes que a esa hora aún disfrutaban de la fiesta, quienes le insistieron que representaba un gran riesgo su accionar y además le recomendaron que se sentara en una de las sillas que había en el lugar.
La mujer, de acuerdo con los testigos, finalmente accedió a bajarse, pero en el intento perdió el equilibrio y cayó al pavimento.
La familia de la víctima nada pudo hacer por salvarle la vida, por cuanto el golpe que recibió en la cabeza le produjo la muerte de manera inmediata.
Nancy, madre de dos hijas, se dedicaba a la venta de boletas por las diferentes calles de la ciudad, actividad para la que, en varias oportunidades, se hizo acompañar de sus pequeñas, por las que luchaba con alegría para sacarlas adelante.
De manera inicial se manejó que la muerte de esta mujer había sido producto de un suicidio, pero las versiones entregadas por los presentes dan cuenta que habría fallecido de forma accidental.