Según se dio a conocer, Apolinar Jaramillo Vélez, de 69 años de edad, se desplazaba por el sector a bordo de una motocicleta marca Honda E-storm 125 de color negro cuando, por razones aún por confirmar, fue impactado por un pesado vehículo que lanzó su cuerpo contra el separador vial, sufriendo graves lesiones en su organismo.
De otro lado se indicó que el camión marca Chevrolet Isuzu de placas SXE-640 de Pereira, que era conducido por Víctor Mario Vargas, quien salió ileso del accidente, cubría la ruta Buga-Circasia.
Tras el hecho, las autoridades de tránsito se hicieron presentes en la escena y observaron una huella de frenado realizada por el pesado vehículo antes del impacto.
Adicionalmente, recogieron testimonios de algunos testigos que manifestaron que minutos antes del accidente, el motociclista se encontraba estacionado en el carril izquierdo tratando, al parecer, de solucionar una falla mecánica, por lo que se bajó del vehículo y tras revisar y solucionar aparentemente el problema intentó retomar su camino.
Dicen los mismos testigos que cuando Jaramillo Vélez emprendió otra vez la marcha, la dirección de la moto tiró bruscamente hacia la derecha, preciso momento en el que pasó el camión, cuyo conductor, por más que intentó, no alcanzó a evitar el choque.
La víctima había nacido el 24 de febrero de 1951 en el municipio de La Unión pero casi toda su vida la transcurrió en la ciudad de Tuluá, exactamente en el barrio Avenida Cali, donde cariñosamente lo conocían como el “Negro Polo”, a quien en las tardes era común verlo sentado afuera de un billar, en el que se tomaba una que otra cervecita y se ponía al día con todo lo que pasaba en el sector.
“Todos tenían que ver con él, se le acercaban, le contaban algo o le pedían un consejo; era bien conversador, extrovertido y alegre”, dice uno de sus amigos.
Sus allegados también recordaron que su esposa, Ermilda Jiménez, con quien estuvo casado durante 43 años, unión de la que nacieron tres hijos, falleció hace 19 meses, momento a partir del cual no se le volvió a ver igual y aunque trataba de disimular, los suyos saben que la extrañaba y mucho.
El hijo menor del “Negro Polo” dijo que actualmente vivía con uno de sus cinco nietos y que lo que más recordará siempre de su padre es la forma extrovertida en la que vivió y “aunque nos duele su partida, nuestro único consuelo es que está ahora con mi mamá”, expresó.
La víctima de este accidente, durante su juventud, laboró como excavador de la empresa de gas, luego se dedicó a oficios varios, entre ellos el de ayudante de construcción.
Hasta la sala de velación del barrio Salesianos se acercaron muchos de sus amigos para acompañar a la familia en estos momentos de dolor.