Inicialmente, quienes a esa hora se encontraban en la zona, 9:50 de la mañana, pensaron que se trataba de una granada pero, minutos más tarde, se confirmó que el fuerte estruendo había salido de la chiva La Consentida que se encontraba parqueada en la esquina de la calle 28 con carrera 20.
Según lo indicado por las autoridades de Policía que de inmediato se hicieron presentes en el lugar, el ayudante del bus escalera, de placas SYJ-114, acomodaba unas cajas al interior del vehículo que, al hacer contacto o presión contra un costal que llevaba mechas para la práctica de tejo, causó un fuerte estallido.
DATO: Por Ley, desde el año 2000, el tejo es considerado deporte nacional y está regido por Fedetejo.
El hombre fue trasladado rápidamente a un centro asistencial de esta ciudad pero, según se informó, las lesiones sufridas no revistieron gravedad.
La Consentida se encontraba en Tuluá, procedente de la vereda Cristales del municipio de Trujillo, y se alistaba para retornar con sus pasajeros, que ya habían realizado sus compras en la Villa de Céspedes, a la zona rural montañosa de ese municipio del centro del Valle.
En diálogo con EL TABLOIDE, el coordinador de la Unidad de Gestión del Riesgo de Tuluá, Johany Arce, indicó que este tipo de emergencia es la primera vez que se presenta en el municipio.
El funcionario hizo referencia a un hecho ocurrido en la capital del país, en el año 2019, cuando explotó una fábrica de estos elementos. “Este material tiene un alto nivel de riesgo de explotarse, pues las mechas están elaboradas con pólvora negra comprimida para que estallen cuando hagan fricción con el disco metálico que es lanzado en las canchas de tejo”, explicó.
El funcionario así mismo hizo un llamado de atención a quienes transportan estos elementos para que adopten medidas diferentes, tales como llevarlas en aserrín o utilizar un compartimiento diferente con el objetivo de evitar una tragedia de mayores proporciones.
De otro lado, el secretario de Movilidad del municipio, Henry Osorio Cárdenas, manifestó que tras las investigaciones adelantadas se determinó que las mechas que explotaron no eran propiedad del conductor del vehículo sino de uno de los pasajeros.
El caso pasó a manos de la autoridad competente que determinará las acciones a tomar para de esta forma evitar que sucedan casos similares en el futuro.