Los hechos sucedieron en el barrio Comuneros Uno, al oriente de la capital del Valle, el pasado miércoles 16 de septiembre, cuando Jonathan Alexis, quien se desempeñaba como peluquero en el sector, fue impactado por el proyectil.
Inmediatamente los familiares lo llevaron a un centro asistencial, ubicado sobre la autopista suroriental, en donde le fue declarada la muerte cerebral.
“Los médicos nos comentaron que una persona estaba fallecida cuando el cerebro no le funcionaba, allí nos preguntaron si queríamos donar los órganos y dijimos que sí, para hacer un bien, pero nos terminaron haciendo un mal”, manifestó el tío de la víctima.
El hecho posiblemente generado por la violencia del sector, tomó un rumbo distinto, cuando en el acta de defunción de la víctima, aparecía que la causa de la muerte habría sido por la pandemia debido a una prueba que le realizaron el mismo día.
Los familiares denuncian que Jonathan nunca presentó síntomas de coronavirus y a los allegados no les han hecho el cerco epidemiológico necesario para evitar un brote.
“A raíz de todo esto no nos lo dejan ver y lo quieren enterrar como COVID-19; sin embargo, no se han activado las alarmas cuando alguien cercano padece supuestamente de la enfermedad, nadie nos ha dicho que nos hagamos un examen”, aseguró Elifaider Lucumí.
Los familiares piden que se esclarezca el caso y afirman que por las dudas que tienen tomarán acciones legales en contra de las instituciones involucradas en el hecho.
Actualmente, el cuerpo de Jonathan se encuentra en la morgue de Medicina Legal, en donde le practicarían una necropsia.