La víctima, una mujer, se encontraba boca arriba, vestía blusa color mostaza, jeans y tenis blancos y su cuerpo presentaba avanzado estado de descomposición, razón por la cual las autoridades al llegar al lugar no pudieron identificarla como tampoco determinar las causas de su muerte.
Por el anterior motivo el cuerpo fue enviado a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Tuluá, donde finalmente fue identificada como Ángela Patricia Ospina Burgos, de 31 años de edad, quien murió por heridas ocasionadas con arma de fuego.
DATO: Por el estado de descomposición en el que se encontraba, al parecer, el cuerpo llevaba en el sitio un par de días.
Tras ocurrido el hecho se dio inicio a la búsqueda de los familiares de la mujer, quien había nacido el 14 de marzo de 1990 en Rovira (Tolima) aunque su cédula fue expedida en Pradera (Valle). La noticia dada a conocer, a través de diferentes medios de comunicación, hizo que sus allegados conocieran la situación y reclamaran el cuerpo para darle cristiana sepultura.
La mujer, que no había sido reportada como desaparecida, era madre de cuatro hijos, permanecía soltera y aunque su familia residía en el corregimiento de San Antonio, ubicado en la vía que conduce a Roncesvalles (Tolima), viajaba con frecuencia al Valle.
Como el sector donde fue encontrado el cuerpo es despoblado y no posee sistema de cámaras de seguridad, se desconoce lo que pudo suceder minutos antes, pero se presume que Ospina Burgos fue asesinada en otro lugar y luego arrojada en el cañaduzal. Sobre las causas del homicidio de esta mujer no se conoce ningún dato como tampoco personas allegadas en esta región, por lo que serán las autoridades del Segundo Distrito de Policía las encargadas de investigar dónde fue vista por última vez o a qué se dedicaba en esta zona del departamento.
En esta población no se presentaban hechos violentos desde finales del mes de mayo, y el de Ospina Burgos es considerado el primero cometido contra el sexo femenino en lo que va corrido del año.