Según informaciones de las autoridades, a las 5 y 30 minutos de la tarde, en la vereda La Unión, ubicada a tres horas del casco urbano de esta población y en límites con el municipio de Tuluá, unidades bomberiles de Roncesvalles encontraron el cuerpo inerte del campesino, cerca de una quebrada y con varios proyectiles de arma de fuego.
Gonzalo Cardona Molina, de 55 años edad, había sido reportado como desaparecido desde el viernes anterior, día en que habló por última vez, vía telefónica, con su familia.
Este hombre, quien dedicó gran parte de su vida a la granja agrícola y a la producción lechera, desde el año 1998, cuando llegó la fundación ProAves a la vereda Cucuanita, del municipio de Roncesvalles, se enamoró de la actividad que adelantaba y desde ese momento se vinculó de lleno a la misma.
Fue así como se convirtió en el defensor del árbol de palma de cera, el hogar por excelencia del loro orejiamarillo, un ave de 42 centímetros con plumaje verde y amarillo que habita los Andes colombianos. Su trabajo fue más allá, pues aprendió varios de los hábitos de esta especie, de la que hizo un censo y determinó que, a diciembre de 2020, había 2.895 en el territorio colombiano.
La lucha incansable de Cardona Molina por la defensa de los territorios de estos loros lo hicieron objeto de una serie de amenazas de parte de quienes no entendían que sus desplazamientos por las zonas rurales obedecían al cumplimiento de su trabajo.
A la víctima de los sicarios se le vio por última vez en la vereda La Unión, en el camino que del corregimiento Barragán conduce al municipio de Roncesvalles.
A través de un comunicado, la fundación ProAves expresó “Hoy Colombia no acaba de perder una preciosa vida, Colombia perdió un campeón por la naturaleza y nuestros queridos loros con orejas amarillas perdieron a su padre y salvador”.
Por su parte, el comandante del Departamento de Policía Valle, coronel Jorge Urquijo indicó “nuestras unidades de Policía Judicial, de la mano de la Fiscalía General de la Nación, se encuentran adelantando la respectiva investigación para dar con el paradero de los responsables de éste lamentable hecho”.
Este campesino, que estaba casado y era padre de cuatro hijos, estuvo durante las fiestas de fin de año en el departamento de Quindío, en donde compartió con algunos familiares, quienes hoy no se explican las motivaciones que tuvieron las personas que le arrebataron la vida.