No satisfecho con lo logrado, uno de los homicidas ingresó hasta la vivienda, donde se hallaba Harlinton Stiven Muñoz, de 22 años de edad, y le efectuó varios disparos que lo dejaron herido.
En el momento de los hechos, al interior de una de las habitaciones descansaba la madre de los jóvenes quien, tras escuchar las detonaciones, salió para encontrarse con los cuerpos ensangrentados de los dos jóvenes, uno tendido en la sala y otro en plena calle.
Muñoz, aún con signos vitales, alcanzó a ser remitido a un centro asistencial del municipio de Cartago, donde permanece bajo atención médica.
La mujer, que aún no sale del impacto que le generó lo ocurrido, indicó a las autoridades que desconoce las causas del atentado en el que perdió la vida su hijo de crianza.
Díaz Morales, quien no tenía una actividad laboral definida, había nacido en este municipio el 14 de septiembre de 1997.