Podemos decir que sobrevivimos al 31 de diciembre, luego de una de las noches en la que más pólvora se ha quemado despidiendo el año. Parecía que estábamos en Ucrania bajo el fuego inclemente de los misiles de Rusia y no en uno de los barrios del occidente tulueño…¡No hubo más quemados, porque mi Dios es muy grande!
Aunque en los reportes policiales se dirá que en el 2024 las incautaciones de pólvora superaron la de todos los años, uno no se explica cómo en las calles de los barrios y tiendas de la ciudad se vendió libremente todo tipo de pólvora. Mucha gente no dejó con qué desayunar el 1o. de enero para gastársela en explosivos…¡No hay derecho, carajo!
A pesar de los mensajes que se realizaron para prevenir que los colombianos no sufrieran de quemaduras de pólvora, las víctimas continúan.
Hasta el pasado jueves en el Valle del Cauca se habían reportado 74 personas quemadas con pólvora, 41 casos en Cali, 6 en Palmira, 4 en Tuluá y en Jamundí, otros 4 casos. Nos imaginamos que el resto de pólvora que se se quemó en navidad y el fin del año, la guardaron para cuando el América o el Deportivo Cali, sea campeón, algún día de estos…¡Y que el día esté lejos, por el bien de todos!
Comenzando el mes de enero se nos vinieron las alzas. Los peajes, la gasolina, el ACMP y varios productos de la canasta familiar ya tienen un precio diferente al del 2024 y todavía no nos llega el incremento para este año que solo fue de 9.54 para los que milagrosamente tienen un empleo formal, porque la gente del “rebusque”, tendrá que reinventarse, palabra de moda, para sobrevivir lo que resta del año…¡Sálvese el que pueda!
Los organizadores de la cabalgata del pasado 28 de diciembre se llevaron un chasco. Los caballistas fueron pocos en comparación con los años recientes y el público que salió a verla, fue muy poco. Los que más se resintieron fueron los vendedores ambulantes que perdieron la tarde-noche y tuvieron que devolver la mercancía que, en la mayoría de los casos, la habían conseguido en consignación, menos mal, porque lo que perdieron fue el tiempo…¡A esperar este fin de año!
La fiesta de fin de año en Colombia estuvo animada por un género musical que nadie se esperaba. Fue nada menos que la carranga, con la canción “Coqueta”.
Parece mentira que el Tik Tok haya pegado la canción del fin de año “Coqueta”, de El Heredero, en el género carranguero, derrotando ritmos como el reguetón, la salsa, la champeta y la música de Rodolfo Aycardi. En las discotecas, fiestas familiares, Djs, y todas partes donde colocaran música, estaba sonando El Heredero y su música carranguera…¡Tocará aprender a bailar carranga!
Sonó tanto en el fin de año que ya piensan grabarla en chino, japónes, italiano, ruso, inglés y hasta en vallenato…¡Añañaiii!
Ahora El Heredero está promocionando la canción “Marta”, que no es una carranga, sino un tema más romántico y es la historia de una mujer echada pa´lante que lucha a brazo partido para levantarse el diario vivir…¡Buen tema para abrir este 2025!
Muchas quejas en las redes sociales se presentaron sobre la irresponsabilidad de varias personas que no respetaron a sus conciudadanos para arrojarles papeletas el pasado 31 de diciembre, cuando se movilizaban por los barrios tulueños, con el peligro que estas se incendiaran o provocaran riñas entre los involucrados…¡Para tener más cuidado en las próximas festividades!
Se mueve la radio y las oficinas de comunicaciones de varias empresas. Norvey Palacios Bolívar y Mario Germán Grajales se trasladan de la Guasca 94.1, que pasó a una congregación cristiana, a las redes sociales con su nuevo medio de comunicación que se llamará “Sin Permiso” y que empezará a emitir sus noticias a partir del mes de febrero…¡Buena suerte y éxitos!
La comunicadora social y periodista, Sugey Patiño, se despidió de la oficina de prensa del Hospital Tomás Uribe Uribe luego de año y medio de estar al frente de las informaciones de esta entidad de salud, donde cumplió una acertada labor que dejó en alto el nombre de la entidad y donde demostró su capacidad de trabajo y laboriosidad…¡Le deseamos suerte y éxitos en la labor que emprenda en el 2025!
Johana Aranda, la alcaldesa de Ibagué, madrugó el pasado jueves a visitar las dependencias de su gobierno y se encontró que, en la mayoría de ellas, no habían concurrido sus empleados a trabajar porque se tomaron el “puente” hasta el lunes. Muchos de ellos aparecieron luego que observaron el video de la alcaldesa visitando las oficinas. Tardecito, pero llegaron…¡Añanaiii!
Un gran sentimiento de malestar reina entre los habitantes del barrio Villa Campestre por el olvido de la administración municipal, pues sus calles se han convertido en nido de huecos.
Preguntas pendejas. ¿Será que los tulueños, la mayoría buenos clientes, madrugaran este año a pagar sus impuestos luego de observar que las obras prometidas por el alcalde han pasado de ser solo eso, promesas?
¿Entre los muchos propósitos que hicieron los tulueños estará el de respetar las normas de tránsito, como pasar el semáforo en rojo, no pisar la cebra, usar el casco protector y el chaleco día y noche en toda la ciudad, portar los documentos de la moto, el SOAT actualizado, entre otros?
¿Será que muchos alcaldes siguieron el ejemplo de la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, que madrugó el pasado jueves a visitar las dependencias de su administración, o también se tomaron el “puente” como sus empleados?
¿Será que este año señalizan la carrera 40, pintan o desmontan el puente peatonal frente a la clínica Mariángel?
Extrañamos que este 1 de enero no nos llamó William Loaiza Amador para contarnos cuál fue el primer niño o niña que había nacido en la sala de maternidad del Hospital Tomás Uribe Uribe, como ya era tradicional cada año en el periodista con mayor olfato de la noticia…¿Será que está de vacaciones o disfrutando de su pensión?