Cada bache que se abre en las calles del barrio Villa Campestre de Tuluá es una herida que se suma al malestar de sus habitantes. Las recientes lluvias solo han hecho más visible una situación que lleva tiempo gestándose: el deterioro progresivo de la infraestructura vial en uno de los sectores con mayor carga impositiva del municipio…¿Dónde están los dineros de los impuestos que ya muchos pagaron?
Lejos de ser un problema menor, los huecos se han convertido en verdaderos obstáculos para la movilidad, dañando vehículos y aumentando los riesgos de accidentes. Y aunque los vecinos han elevado su voz una y otra vez, las respuestas desde la Administración Municipal han sido nulas o evasivas…¡No más bla bla bla, y más acción!
La molestia no radica únicamente en el mal estado de las vías, sino en la sensación de abandono y la inequidad que esto representa….¿Cómo es posible que un sector que tributa con altos valores en impuesto predial no vea reflejados esos aportes en servicios básicos como el mantenimiento vial?
Los moradores del barrio Villa Campestre suplican que les tapen los innumerables huecos que tienen sus calles
La comunidad de Villa Campestre exige, con razón, que se le mire con la misma seriedad con que se cobra. Porque la calidad de vida no debe depender del clima, sino del cumplimiento del deber por parte del Estado…¡Esta queja se ha vuelto repetitiva!
Cansados de esperar soluciones mientras crecen los accidentes, los atracos y las muertes, habitantes del norte del Valle del Cauca tomaron la decisión de cerrar, el pasado miércoles 18, de junio, la vía Troncal del Pacífico a la altura del sector de Huasanó. La comunidad denuncia que esta carretera —clave para la movilidad regional y nacional— ha sido completamente abandonada por el Gobierno…¡Los camioneros son los más perjudicados por el mal estado de la vía!
Hoy no solo es un corredor en ruinas, sino una trampa mortal donde los huecos se han convertido en verdaderos cráteres que obligan a los conductores a detenerse, quedando a merced de los delincuentes. Este tramo vial, que conecta Toro con Mediacanoa, parece condenado al olvido oficial..¿Hasta cuándo?.
El presidente Petro no deja pasar el tiempo sin estar en la mira de todos sus compatriotas que le critican mal todos sus apariciones.
Muchos atletas tulueños entrenan con uniformes gastados y sin los implementos adecuados. Las promesas de entregar indumentaria y materiales deben dejar de ser anuncios de buena voluntad y convertirse en una política constante. La dotación deportiva no es un lujo ni un favor: es una obligación del Estado con su juventud, su talento y su proyección social. Si se quiere fomentar el deporte de verdad, hay que invertir en condiciones dignas para quienes lo practican…¡Llegó la hora!
No se vayan a perder el Tributo a Julio Jaramillo con la orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil San Pedro el 29 de junio a las 9:30 p.m en la plaza principal de San Pedro. Gratuito.
La falta de mantenimiento no solo pone en riesgo la vida de los viajeros, sino que también afecta la economía local, el transporte de productos agrícolas y el desarrollo de la región.Los manifestantes han sido claros: no levantarán el bloqueo hasta que no vean maquinaria trabajando en el sitio. Exigen acciones inmediatas, no más promesas. Para ellos, cada día sin intervención es una nueva tragedia en potencia…¡Basta ya de promesas!
Preguntas pendejas. ¿Será que los que manifiestan «que están orando por la salud de Miguel Uribe, herido en un atentado en Bogotá», lo han hecho de verdad o solo es una «frase de cajón, porque ni se persignarán cuando se levantan por la mañana?
¿Por qué será que en algunos almacenes del comercio tulueño quieren obligar al cliente que les compre una bolsa con el nombre del negocio o lleve el producto en la mano?
¿Tendrá el Deportivo Cali el dinero suficiente para pagarle a su nuevo entrenador Alberto Gamero Murillo o sumar otro pleito por «mala paga»?
Los entrenadores de la nueva Secretaría del Deporte de Tuluá están esperando que los contratos de trabajo sean por lo menos a 12 meses.
¿La 71 Feria de Buga, que se celebrará del 14 al 21 de julio de este año, que han denominado «Buga Verdaderamente Encantadora», tendrá una mejor parrilla de artistas que la 67 Feria de Tuluá?
¿Usted conoce las 18 zonas de campo de juego de una cancha de fútbol de las que ahora hablan los comentaristas de este deporte?
El licenciado Francisco Girón, el nuevo secretario del Deporte y la Recreación de Tuluá, no llega a terreno virgen: asume una entidad con una comunidad escéptica. Tiene, sin embargo, una oportunidad histórica para demostrar que no se trata de más de lo mismo. Si logra ejecutar lo que promete —con enfoque territorial, apoyo real a los clubes y una visión amplia del deporte como inclusión y desarrollo—, podrá marcar un antes y un después. Pero si cae en el clientelismo o en el cumplimiento a medias, será otro nombre más en la larga lista de funcionarios que decepcionaron y solo llegaron a cobrar el salario…¡Que no sea otro más!
Anunciar la reactivación de los Juegos Comunales e Interveredales es un gesto valioso, pero no suficiente. Estos eventos llevan años en el olvido y su retorno exige más que voluntad política: requiere logística, inversión y seguimiento. No basta con revivir las competencias; hay que garantizar que sean inclusivas, bien organizadas y que no se conviertan en actos simbólicos de una sola edición…¡La comunidad espera más que palabras: necesita hechos concretos y sostenibles!.
Una de las quejas más persistentes en el sector deportivo ha sido la inestabilidad laboral de los monitores. Prometer contratos de largo plazo puede marcar una diferencia real, siempre y cuando se cumpla. No puede seguir siendo la regla que quienes forman niños y jóvenes vivan bajo la incertidumbre de contratos temporales, pagos atrasados o falta de seguridad social. Es hora de profesionalizar el trabajo deportivo desde la base, y eso empieza por dignificar a quienes enseñan y entrenan día a día…¡No más bla bla bla!