Tristemente, la situación que vive el entrenador Luis Eduardo Arévalo por el abandono de la pista atlética del estadio Doce de Octubre, no es un caso aislado, sino un reflejo de la realidad que enfrentan muchos formadores deportivos en el país
La falta de renovación de su contrato muestra la desatención institucional hacia el desarrollo del deporte local, dejando en dificultades a los orientadores de los deportistas.
Mientras en otras regiones del país el atletismo recibe inversiones en infraestructura, becas y apoyo a entrenadores, en el Corazón del Valle los deportistas deben conformarse con entrenar en una pista deteriorada y con equipos limitados. Esta situación no solo frena el desarrollo de nuevos talentos, sino que también limita el trabajo de Luis Eduardo Arévalo, quien ha demostrado su trabajo con resultados sobresalientes en los Juegos Intercolegiales y otras competencias.
El atletismo tulueño necesita acciones concretas, no solo promesas.