Las autoridades, tras llegar al sitio e ingresar, se encontraron con el cuerpo inerte de Leydi Paola Murillo Velásquez, una enfermera de 32 años de edad.
Lo que se ha dado a conocer sobre este caso, es que ese día a Murillo Velásquez le correspondía recibir un turno en la Clínica San Francisco, pero una de sus compañeras, al notar que no llegaba ni respondía su teléfono, decidió ir hasta su casa, en donde la encontró en su habitación y sin signos vitales.
Según las autoridades que investigaron la escena no se hallaron elementos con los cuales la mujer podría haberse hecho daño, razón por la cual su cuerpo pasó a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, para establecer las causas de su muerte. De acuerdo con informes preliminares, se le detectó en su sistema una sustancia que habría sido inyectada pero su nombre solo se conocerá cuando se terminen de efectuar los análisis respectivos.
Como la víctima se encontraba sola en su lugar de residencia y no se tienen evidencias sobre el posible ingreso de personas al predio, la hipótesis que más se considera es un suicidio, aunque serán las investigaciones las que determinen la real causa de su deceso.
El personal del centro asistencial en el que laboraba, efectuó una calle de honor, con varios globos blancos, en homenaje a la profesional que siempre se distinguió por su alegría y capacidad de servicio.