Su nombre es Bella Piedrahita, nació hace 26 años en Cartago norte del Valle y desde hace ya una década se instaló en Zarzal, una tierra que le abrió las puertas y donde ya tiene su taller de dibujo y pintura, una sala de exposición y venta; además de una escuela de la que ya toman parte cerca de 50 niños.
La pasión por el dibujo nació con ella y recuerda como en los días de escuela ganaba los concursos en los que participaba y sus trazos siempre se destacaban, razón por la que decidió que ese sería su proyecto de vida.
DATO: De no haberse inclinado por el dibujo y la pintura, sería una apasionada sicóloga, tema que también le atrae.
En ese camino el primer escollo que debió vencer fue el de la incredulidad que empezó en el seno de su familia, pues estaban apegados al paradigma que nadie puede vivir del arte y menos en un país como Colombia, donde las oportunidades escasean.
Hoy, sentada en el centro de la sala de exposición, ubicada en la carrera 11 frente al número 5-105, siente un “fresquito” y con la energía que transmite su mirada le agradece a la vida no haber renunciado a su sueño pese a los obstáculos que se le presentaron.
Entre Frida y Botero
Como sucede con todos los artistas en cualquier especialidad, siempre hay referentes que de alguna manera influyen en la estructuración y búsqueda del estilo propio y en el caso de Bella esos nombres son Frida Kahlo, la pintora mexicana que se hizo célebre por su capacidad de reflejar sus propias realidades en cada una de sus obras y Fernando Botero, pintor, escultor y dibujante colombiano, quien ha logrado dejar para el mundo del arte un sello propio.
Al preguntarle sobre la preferencia entre Kahlo y Botero, la artista vallecaucana elige al paisa como la figura que ha influenciado en sus dibujos y pinturas, algunas de las cuales ya se han exhibido en galerías de Colombia y el exterior y se alista para llevarlas a Europa, donde ya su talento empieza a ser reconocido.
Artista autodidacta
Su talento es tan natural como ella y cada uno de los cuadros colgados en su sitio de trabajo denotan la pasión y el empeño que le imprime a cada una de susobras y sorprende saber que no ha pasado por la academia y lo que sabe, hace y comparte lo ha aprendido de los libros que ha consumido, pues según sus propias palabras pasa horas enteras escudriñando entre ellos los insumos que hoy moldean y le dan sentido a su vida artística.
Redes activas
Teniendo en cuenta la importancia que hoy tiene la globalización de la información decidió hace ya varios años incursionar en las redes sociales y su presencia se hace activa en plataformas virtuales como Facebook, donde dibujando con bella alcanza los 15 mil seguidores e Instagram con más de cuatro mil.
En cada uno de esos espacios ofrece los tutoriales sobre las técnicas para dibujar o pintar.
Recuerda que cuando inició ese camino por la virtualidad recibió elogios, pero no faltaron las críticas, algunas de ellas fuertes, pero decidió tomarlas, mezclarlas y usarlas de apalancamiento para echar a rodar sus sueños. Hoy quienes la siguen reconocen su talento y la impulsan a seguir pintando con la misma dedicación y entusiasmo.
Una premisa de vida
Esta cartagüeña, amante del deporte y quien tiene en su hijo Miguel Ángel la fuente de inspiración, posee en sus diferentes piezas publicitarias, con la que promociona su trabajo, una frase que ha convertido en su grito de batalla, frase que reza “La clave del éxito está en nunca rendirse, toma la decisión que dice tu corazón. Mi corazón dijo: sueña y pinta, pinta y sueña”.
“No es juego de palabras, es lo que siento cada que inicio un boceto y concluyo una obra”, precisa Bella Pidrahita, quien alguna vez pensó en la psicología como carrera, pero cayó rendida y enamorada ante la posibilidad de darle vida a un papel o un lienzo.