Desde el momento mismo en que se registraron los hechos que desencadenaron el incendio, el fiscal general, Francisco Barbosa anunció la conformación de un equipo especial de investigadores y declaró que lo acontecido sería prioridad para la entidad.
Le corresponderá a los funcionarios asignados determinar si el incendio del palacio fue un hecho que coincidió con el fragor y la efervescencia que reinaba esa noche entre los jóvenes que desde tempranas horas iniciaron una confrontación abierta con la fuerza pública o si por el contrario se trató de una acción premeditada y planeada por estructuras delincuenciales que operan en Tuluá y la región.
Consultado sobre el particular, el alcalde John Jairo Gómez Aguirre precisó que todo apunta a que la situación vivida, obedeció a la reacción por lo caldeado que estaban los ánimos entre quienes acudieron a las vías de hecho para protestar en medio del Paro Nacional que vive el país, pero enfatizó que deben ser los órganos investigativos los que determine lo que realmente pasó.
¿Que dice la judicatura?
Gloria López, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, dijo en diálogo con los medios de comunicación que desde el año pasado todos los procesos han sido digitalizados, desde que se inició la pandemia. Y hacia atrás cada distrito judicial está realizando el proceso de digitalización.
“Obviamente, estamos haciéndolo hacia atrás, de 2020 a 2019, de 2019 a 2018. Había 500.000 expedientes digitalizados a nivel nacional y es un proceso que esperamos terminarlo a junio de 2022”, indicó la funcionaria.
Con respecto a los expedientes que fueron consumidos por las llamas indicó que se trabaja en un inventario real de los procesos que estaban adelantando y cuáles estaban terminados para hacer su reconstrucción.
Por su parte Abraham Pinchao, presidente Asonal Judicial Tuluá, indicó que han sido requeridos para entregar la información estadística que posean en sus archivos personales para realizar ese consolidado y se fijó a finales del mes de junio para entregar la documentación al Consejo Seccional de la Judicatura.
Un ícono de la tulueñidad
Para los entendidos en materia histórica, el Palacio de Justicia no era simplemente el despacho judicial de Tuluá, también hacia parte del patrimonio cultural e histórico del municipio.
El edificio fue inaugurado en 1928, luego de 10 largos años de construcción.
“Nos duele en estos momentos lo que ha sucedido. En ese sitio hizo sus estudios gentes como Libardo Lozano Guerrero, Carlos Holmes Trujillo, Alberto Galeano Ramírez, Cornelio Reyes. Todos le dieron lustre a Colombia, al Valle y a Tuluá”, aseguró Omar Franco historiador y abogado tulueño.
Antes de convertirse en el Palacio de Justicia, esta edificación, con arquitectura griega del orden jónico, fue el claustro educativo de miles de tulueños y por el que aún muchos guardan un especial cariño.
Según se indicó, la edificación hizo parte de una serie de claustros llamados ‘colegios modelos’ que fueron construidos con dineros provenientes de la venta del Canal de Panamá.
“Las instituciones de este tipo se levantaron en Tuluá, Cali, Palmira, Buga y Cartago”, dijo el reconocido historiador vallecaucano.
Allí funcionó el claustro del Gimnasio del Pacífico estuvo hasta el año 1965 que se inauguró la nueva sede.