Fue un verdadero partidazo disputado en el Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito, donde ambas selecciones ofrecieron un espectáculo vibrante y lleno de emociones hasta el último suspiro.
Colombia y Brasil se enfrentaban por cuarta vez en una final del certamen continental. Esta vez, el marcador terminó igualado en los 120 minutos, con goles para cada lado que reflejaron la intensidad del encuentro y el alto nivel competitivo de ambos equipos. Por Colombia se destacaron figuras como Linda Caicedo, quien marcó un golazo, y Mayra Ramírez, incansable en ataque.
La tanda de penales, sin embargo, favoreció a las brasileñas, que se impusieron 5‑4 desde los once pasos, en una definición cargada de nerviosismo y tensión. A pesar del esfuerzo, Colombia no logró concretar uno de sus cobros y vio cómo el título volvía a manos de Brasil, que amplía así su hegemonía en el fútbol femenino sudamericano.