El árbol, identificado como un Piñón de Oreja, hacía parte del arbolado del reconocido centro recreacional. Según informó Comfenalco Valle, el ejemplar había sido evaluado por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) en enero de 2025, y el informe no arrojó señales de riesgo inminente. No obstante, su colapso súbito este fin de semana plantea interrogantes sobre la evolución de su estado y la capacidad de anticipar este tipo de eventos naturales.
La caída causó lesiones a trece personas, de las cuales once ya fueron dadas de alta. Dos permanecen hospitalizadas, entre ellas una menor remitida a un centro asistencial en Tuluá, ambos con evolución clínica positiva. Comfenalco activó de inmediato su Plan de Atención de Emergencia y aseguró el acompañamiento integral a los afectados.
La entidad recalcó que realiza monitoreos constantes a la cobertura vegetal en sus sedes y que ha actuado conforme a los lineamientos ambientales establecidos.
Sin embargo, el caso ha despertado inquietud pública y técnica sobre los criterios actuales para evaluar árboles de gran porte en zonas de alta afluencia de personas. Se espera que en los próximos días la CVC emita un pronunciamiento ampliado que aporte claridad frente a lo sucedido y oriente sobre posibles ajustes en los protocolos de seguimiento arbóreo.