Para los aficionados del fútbol resulta difícil no hablar de dicho deporte en estos días, marcados por el Mundial de clubes, que se celebra en Estados Unidos y por el campeonato del primer semestre de la liga Betplay, primera división, logrado por el Santa Fe.
En cuanto al primer evento, cabe anotar la supremacía de los clubes europeos. No en vano, el PSG actual campeón de la UEFA Champions League, el Real Madrid, -superganador de copas- y el Chelsea, ya inscribieron su impronta como semifinalistas. A estos, se suma el Fluminense del Brasil, como representante de Suramérica. Las dos llaves para culminar este mundial, quedaron así: PSG vs Real Madrid y Chelsea vs Fluminense.
El PSG y el Chelsea, ganadores de dichas llaves se enfrentarán para coronar al nuevo campeón. Este formato confiere una proyección mundial al balompié, dado que cubre a las confederaciones de los diferentes continentes. Esta justa ha aportado una excelente oportunidad para apreciar en escena a equipos poderosos del viejo continente entre otros, el Bayern Munich, el Inter de Milán, el Manchester City, frente al River Plate, al Flamengo de Surmárica, al AL Hilal de Asia… El disfrute de estos partidos de clubes no hubiese sido posible sin el referido formato.
Además, el evento en cuestión ha mostrado cosas interesantes como velocidad y polifuncionalidad, esta última esencial para implementar el ataque y la defensa por parte de todos los jugadores de una escuadra dada. Estos aspectos pueden aportar luces al torneo nacional para potenciar la visibilidad de nuestro balompié a nivel internacional. Espero que estos aspectos se incorporen al rentado nacional más temprano que tarde.
Un punto final: Deseo reconocer el triunfo del Santa Fe, precisando que no tengo preferencia por un equipo particular, sino que lo hago porque disfruto del fútbol en general y del juego limpio y en paz, que rodeó la disputa de la final de nuestro campeonato profesional.