Por esa razón los transeúntes, conductores y personas que madrugan a laborar a la tradicional vía vieron con sorpresa como el propietario de este vehículo lo parqueó atravesado en la bahía que se diseñó con la peatonalización de la calle 27 para el cargue y descargue de mercancía. Fue tal el susto, que los comerciantes que ya habían abierto su negocio optaron por llamar a la policía para verificar si se trataba de un carro con explosivos. No se sabe cuál fue la excusa del conductor, pero es fácil pensar que se hizo acreedor a un comparendo por mal parqueo.