A los denunciantes que remitieron las fotografías a la redacción de EL TABLOIDE, les asombra que estas personas suban por el tubo intentando llevarse los componentes metálicos y alámbricos de las lámparas, pues también le puede servir como plataforma o escalera para ingresar a los locales.
Pero además les asombra el hecho que un daño como ese no se hace en unos segundos y tengan el tiempo de subir, cometer la fechoría sin que se conozca la reacción de la policía. ¿En manos de quién queda la seguridad de una zona que se supone está bajo vigilancia especial por la proximidad de edificaciones públicas?