En la noche del miércoles 16 de enero, un trágico ataque sacudió al municipio de Tibú, en Norte de Santander, dejando tres personas fallecidas: Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y su bebé de seis meses. Las víctimas viajaban en un vehículo exequial, propiedad de la pareja, cuando fueron atacados en el sector de la vereda La Llana.
El hecho, ocurrido alrededor de las 8:20 p.m., fue perpetrado por un grupo armado que atentó contra la familia López Durán. A pesar de la brutalidad del ataque, un menor de diez años, hijo mayor de la pareja, sobrevivió
George Quintero, secretario de Seguridad de Norte de Santander, confirmó la supervivencia del menor en entrevistas con medios radiales y señaló que en la zona operan diversos actores armados ilegales, como el ELN, el EPL y el Clan del Golfo. “Estamos a la espera de obtener avances significativos en la investigación en las próximas horas”, afirmó.
El ataque, que enluta a una familia y a toda una región, evidencia la compleja situación de orden público en Norte de Santander, una de las zonas más afectadas por la violencia en el país. Las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y dar con los responsables de esta masacre que ha dejado un enorme vacío en la comunidad de Tibú.