Este abogado de la primera promoción de la Uceva, recuerda a profesores como Gumercindo Vallecilla en el bachillerato, a José María “Chepe” Álvarez, Guillermo Roldán y al insigne rector Arturo Cruz Aparicio del Gimnasio del Pacífico y además profundamente a Gustavo Álvarez Gardeazábal.
Tiene editados 8 libros, el primero se lo patrocinó el gobernador Germán Villegas y que tiene por título “Valle del Cauca Región Integral”
¿Cuando pequeño qué soñaba ser?
Me gustaba cultivar el patio de la casa de mi abuela Soledad Duque, en el barrio Victoria, que iba hasta la otra cuadra, y en ese entonces pensaba ser ingeniero agrónomo y terminé de abogado.
¿Cómo se inicio en la política?
De la mano de mi padre, que me llevaba a las reuniones de las juventudes Alfonso Santacoloma, enseguida de la tienda de Ignacio Kafure, cerca al puente Blanco. Enseguida estaba la ebanistería del maestro López.
¿Qué puesto oficial ha desempeñado?
Fui inspector de policía en Tuluá, visitador de la Secretaría de Gobierno del Valle del Cauca y Auditor Fiscal para la Juntas Comunales en el Valle.
¿Dónde nació su pasión por la historia?
En el colegio. En cierta oportunidad me dio por recortar unos apuntes de la vida de Gaitán y colocarla en la cartelera del cuarto año de bachiller del Gidelpa y me gané un jalón de orejas del profesor de literatura Adolfo León Gómez,por estar difundiendo propaganda política.
¿La historia de Tuluá ha sido escrita fielmente?
No, nunca jamás, siempre la burguesía cespedina ha querido desconocer que nosotros tenemos descendencia indígena y nuestro escudo diseñado por unas monjas del colegio Sagrado Corazón de Jesús lo boicotearon poniéndole roles de una familia española que no tenemos nada que ver con ella, la torre de un castillo que el único que hubo fue el del barrio Fátima y el resto han negado que nosotros venimos de un conglomerado indígena perteneciente a los gorrones, ni siquiera de los indios nuestros porque aquí no los hubo.
Los tulúes o tolúes, nunca existieron, eso fue un cuento que inventó el profesor Gumercindo Vallecilla parodiando lo que pasó en el pueblo El Pescador de Bolívar, Valle, cuando llegaron los españoles y los indios le mostraron en barbudo, un pescado, y le gritaban gorrón, gorrón y queriendo utilizar la palabra Tolú de alguna manera.
¿De dónde nació el nombre de Tuluá?
Cuando los conquistadores pasaron por el centro del Valle, con su historiador Pedro del Simón, decían que en tal sitio había una región con un río caudaloso que se llamaba Tulua, en ese tiempo no se utilizaba la tilde.
¿Qué mentiras se dan como ciertas en la historia de Tuluá?
La existencia de los indios Tolúes. Además aquí no se sabe que la pionera de la novela social en Colombia fue Mercedes Gómez Victoria, que la criaron las bisabuelas de Jesús Ernesto Victoria, publicó dos obras en la imprenta de la nación finalizando el siglo 18 con prólogo de José Eus-taquio Palacios y aquí ninguna escuela lleva el nombre de esta figura literaria. Solamente ahora se está logrando que la comunidad histórica nacional reconozca que en l778 hubo una sublevación de la plebe en Tuluá en contra de los españoles tres años antes que los comuneros.
¿María Antonia Ruiz fue la heroína que nos han mostrado?
Fue una mujer del pueblo que como otra dos más, Fita Cruz “La Chana” y Mariquita Ramos “La guilla”, participaron en la batalla de San Juanito con cañas puntudas que eran las lanzas de los criollos.
Cuando se da la batalla Maria Antonia tiene 60 años, en esa época la edad promedio en la independencia no pasaba de 50 años. Bolívar, Santander, Nariño murieron a los 47, 48 y 58 respectivamente, los indios en la conquista morían de 25 años aproximadamente.
Los tulueños querían tener otra Gaitana y la describen que llega a la iglesia, con su cabello largo, seca sus lágrimas, cuando quien recibió a todos los soldados fue el cura de la iglesia, además ella no tenía el pelo largo porque era afro descendiente y que con una lanza acabó con la infantería y prendió fuego al polvorín de los realistas.
En un libro publicado en 1924 por Manuel Saavedra Galindo en el centenario de la batalla de Ayacucho, donde se reseña la batalla de San Juanito, no aparece María Antonia Ruiz por ninguna parte. Hemos mitificado el nombre de ella.
¿Qué proyectos tiene?
Ya tengo preparado La historia sobre la vida administrativa y política del Valle del Cauca que estaba para publicarla en el mes de mayo y para el año 2021 un libro que se puede dividir en dos: Tuluá en la independencia y en la república, muy sesudo.
Ahí se pondrá a tulueños que fueron próceres, gobernadores y alcaldes de Pasto como Francisco María Lozano y unas cartillaslibro que se llama Tuluá historia, donde se narra la prehistoria, la colonia y la geografía.
Ómar Franco Duque, que respira tulueñismo, vive enamorado de su gente, y sueña que en el 2025, cuando se celebre los 200 años de vida municipalista, el gobierno nacional se vincule con una obra importante y que en su epitafio le escriban “Aquí yace un tulueño”.