Hace varios años le escuché decir a alguien, que nuestro país parece una puta, son muchos los que se la quieren comer y robar; mucha razón tiene esa apreciación. Ahora resulta que quienes viven pegados de la teta de la Nación, también pretenden hacer fiesta y ganar adeptos con la vacuna del “bicho” que tantas afectaciones ha producido en todo el mundo.
Patético ver cómo el presidente y una cantidad de politiqueros oportunistas posan para las selfies cuando el personal de salud pone el brazo para que les apliquen la vacuna después de haber puesto el pecho para contener la crisis de salud en todo el país.
Esos mismos políticos que salen en la foto fueron los que les prometieron incentivos económicos, los cuales muchos no se han cumplido. Lo que quiere decir que el sector salud ha puesto el brazo, el pecho y ahora les quieren dar por donde sabemos los entes de control que también quieren hacer parte del show y seguramente montarán una cacería de brujas.
No es posible que los médicos y enfermeras ahora sientan mas temor en aplicar una vacuna, que, en hacer una cirugía de corazón abierto o un trasplante, todo porque si pierden una gota del biológico al calibrar las jeringas, los van a acusar de ser parte del cartel que las desaparece.
Esto no es serio, parece el mundo al revés; y es el momento para que de verdad rodeemos y apoyemos a los que sí la han metido toda por salvar vidas ante un virus que nos está dejando muchas enseñanzas, entre ellas, que los politiqueros no tienen remedio.
La vacuna es la esperanza para la solución a semejante enfermedad, pero que esta no sea la causante de abrir el apetito a los oportunistas y un problema para quienes, sí son los verdaderos héroes de esta historia, el sector salud.