Gracias a los modernos medios de comunicación en el mundo globalizado de hoy el pueblo, en general, se mantiene informado de casi todos los acontecimientos de la vida diaria y a pesar de las muchas falencias en la verdad y precisión de los hechos, sirven para que los gobiernos del mundo, realicen sus actuaciones conforme a las promesas adquiridas y tengan el valor de revelar a sus mandatos, decretos y leyes, con la máxima claridad y transparencia posible, de tal manera que la confianza sea el eje fundamental de su período constitucional.
No es un secreto que en nuestro país se percibe desafortunadamente, que la desconfianza en las autoridades de turno, crece como una bola de nieve y por lo tanto se encuentra muy prevenida en todo lo relacionado con la gestión oficial, situación que es aprovechada rápidamente por la oposición, para denigrar del mandatario de turno. Así lo creemos ahora con el anuncio de la prontitud en la llegada de las vacunas para contrarrestar el virus del Covid-19 y la creación de una nueva app denominada “Mi Vacuna”, a la cual ya se le han puesto toda clase de cuestionamientos basados en la existencia anticipada cuando apareció la pandemia llamada app “Coronavirus” que, según los críticos, hubiera sido suficiente si se manejara de la mejor forma e igualmente establecen que el propio Ministerio de Salud tiene suficientes medios de comunicación a través de sus plataformas, para que los colombianos encuentren de una forma práctica la información necesaria para la vacuna que , según lo anunciado, llegaría en los primeros días del mes de febrero.
Por estas razones es indispensable y muy necesario, que para esta ocasión, el gobierno sea absolutamente claro, transparente y responsable, de tal manera que elimine del público la desconfianza que a primera vista genera una nueva aplicación y por supuesto, que realice de la forma más sencilla posible, el modo de acceder a la misma. No se puede olvidar que las informaciones personales que se exigen, pueden hacer crecer la desconfianza, si no se encuentra el complemento de la seguridad como premisa esencial para perseverar la intimidad, el derecho no revelar cosas que perjudiquen a la persona.
Que la premura y la urgencia en la adquisición de las vacunas, no sea óbice, para eludir la transparencia necesaria en la información debida y obligatoria para los gobernados, en donde debe prevalecer el bien común y no el particular y sin previligiar absolutamente a nadie. De todos es conocido, la desinformación múltiple que corren a raudales por las redes sociales (fake news) y por esta razón, es todavía de mayor urgencia la prontitud del gobierno, su transparencia, su eficacia, en la información concreta sobre el tema que tratamos, para que los colombianos recobremos la confianza y no pase, como es costumbre, que la verdad escondida la debe revelar o las modernas redes sociales o la misma oposición para hacer la politiquería que los caracteriza.
Estamos viendo que la pandemia pasa ahora por una segunda ola, que crece rápidamente, casi de manera incontrolable, pese a los esfuerzos de las autoridades sanitarias, en consecuencia el momento es apremiante para encontrar una salida del túnel, que según los entendidos en la materia, podría ser la vacuna, si se hace bien, con la excelencia, propia de un producto, que podrá salvar vidas y sembrar esperanza.