Los propietarios y administradores ven con preocupación como todas las actividades económicas se han reactivado paulatinamente y otras casi que totalmente mientras que ellos siguen practica-mente cerrados.
“Esto va de mal en peor, pues nuestra clientela está acostumbrada a llegar después de las siete a tomarse un café u otra bebida suave para pasar un rato de charla, pero ahora cerrando a las 8 de la noche es poco o nada lo que hace”, comentó la propietaria de un café bar que desde hace varios años funciona en el barrio Céspedes.
DATO: Las pérdidas son millonarias en el sector del comercio nocturno de Tuluá, el Valle del Cauca y Colombia.
Ante esta situación un grupo de comerciantes decidió en la mañana del viernes adelantar un plantón en las afueras de la alcaldía para llamar la atención del alcalde local y pedirle que ajuste el horario de cierre al decreto departamental que está fijado a las 10 de la noche y no a las ocho como en Tuluá.
“La verdad no entendemos porque si Tuluá hace parte del Valle, nos aplican una hora diferente de cierre, lo que va en detrimento de nuestra ya acacaba economía”, dijo Daniela Lozano, propietaria de un gastro bar en la antigua zona rosa.
Otro de los manifestantes indicó que es imposible hablar de reactivación económica con los negocios prácticamente cerrados con el agravante que ahora hay que pagar los impuestos y todas las demás obligaciones para poder “operar”, pues tristemente el gobierno no ha tenido para con el gremio nocturno consideración alguna.