En Tuluá, desde la semana anterior, está vigente el toque de queda de 8 de la noche a 5 de la mañana del día siguiente, al igual que la prohibición de consumo de licor en espacios públicos y la exigencia del pico y cédula, medidas que se extenderían hasta el 30 de enero, de acuerdo al comportamiento de la pandemia en la ciudad.
La decisión se tomará tras consejo de seguridad a realizarse este viernes.
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