Es evidente que Tuluá no escapa a la crisis económica que vive el país y al fenómeno de la desaceleración que afrontan muchos sectores de la producción nacional.
Pero para un municipio que en las últimas décadas logró consolidarse como epicentro del comercio regional, es alarmante observar la cantidad de locales desocupados y ofertados en venta o arriendo.
El panorama que se torna desolador se puede observar tanto en la zona céntrica como en la periférica, donde yacen vacíos, espacios que otrora eran ocupados por almacenes de textiles, droguerías, ventas de comestibles, oficinas, peluquerías, entre otras actividades económicas.
Aunque entidades como la Lonja de Propiedad Raíz, la Cámara de Comercio e incluso Fenalco carecen hasta el momento de una estadística real de la situación, las gráficas que acompañan esta nota son una mínima muestra de la grave situación que por estos días afronta el municipio de Tuluá.
Un plan de choque
“Nadie duda que es necesario que las autoridades, tanto locales como regionales y nacionales, le metan el diente al tema de la inseguridad que nos tiene acorralados, pero a la par de eso debe haber un plan de choque que nos permita salir de la crisis que ya se siente de manera angustiante”, dijo un comerciante en la galería de Tuluá.
Ese pensamiento es general en el gremio de comerciantes, desde donde se hace un llamado para que se diseñe la estrategia que lleve a la recuperación de la credibilidad en el centro del Valle, el cual está llamado a ser el polo de desarrollo. “Es hora que giren los reflectores hacia otro lado y no hagan creer que todo lo malo pasa en Tuluá”, apuntó otro ciudadano.