Según lo establece la misma ley 1968 de 2019, el Gobierno Nacional tendrá, a partir de la fecha de promulgación, un periodo de cinco años para la formulación de una política pública que establezca los parámetros bajo los cuales se deberá llevar a cabo el mecanismo de sustitución de asbesto ya instalado en territorio nacional.
Además, el Gobierno debera tener un marco de garantías encaminadas a proteger el empleo de quienes, hasta el momento, han laborado en empresas relacionadas con el manejo de ese material, o la fabricación de elementos a base de dicho mineral.
Ese plazo se cumpliría a mediados de 2024.
“Después de años de lucha; más de 10, de la sociedad civil, de la congresista Nadia Blel; autora del proyecto de ley junto conmigo como ponente en la Cámara de Representantes, y de miles de colombianos que le exigían al Congreso y al Gobierno Nacional prohibir el asbesto, hoy es una realidad.
Con esto estamos salvando la vida de cientos de personas, y este primero de enero, queda totalmente prohibido el asbesto en Colombia”, señaló Mauricio Toro, representante a la Cámara y autor de la iniciativa de ley.
De igual modo, el documento aprobado por el Congreso y sancionado por el presidente Iván Duque en 2019, establece que en los próximos meses se debe formular también un mecanismo que permita atender y propender por la salud de los cientos de personas en el país que, por distintas razones, han estado expuestas a este material considerado perjudicial para la salud, y al que se le atribuye miles de casos de cáncer.
En el momento del debate del entonces proyecto de ley, los congresistas ponentes argumentaron que de acuerdo con las autoridades sanitarias de Colombia, incluido el Instituto Nacional de Cancerología, la exportación y manipulación del asbesto era una de las causas comprobadas del surgimiento de casos de cáncer de pulmón, y que por su causa, se estima que en el país, en lo corrido de los últimos cinco años, han fallecido más de 1.700 personas, mientras que otros cientos permanecen enfermas.
Un reciente estudio cifró en más de 350 personas, el número de víctimas anuales que deja este mineral en Colombia, quienes desarrollan alguna patología cancerígena después de entrar en contacto con el mineral.
Fuente: NoticiasRCN.com