Una de esas personas recuperadas es Carolina*, una bogotana de 23 años que, a mediados de marzo, viajó con su hermano José* al Caribe colombiano para celebrar el cumpleaños de este. Estuvieron allí del 12 al 15 de marzo. Al día siguiente de volver a Bogotá, ambos empezaron a sentir dolor en el cuerpo. Además, tenían la voz ronca.
Como José tuvo gripa dos semanas antes, no creyeron de inmediato que los síntomas se relacionaran con el coronavirus. Sin embargo, el viernes 20 de marzo les dio fiebre. Se contactaron con su médico y este les solicitó una prueba de covid-19 para José y una prueba PCR para Carolina.
La prueba de José la tomaron el 21 de marzo. Seis días después recibió el resultado: dio negativo. La de Carolina la tomaron un día después, el 22 de marzo, y dio positivo. Para los hermanos, la situación fue extraña, pues Carolina relata que José fue quien estuvo más enfermo. A ella solo le dio fiebre y dolor de cabeza durante cuatro días.
Desde ese momento, empezaron a seguir todos los protocolos se seguridad. Debían permanecer con tapabocas todo el tiempo. La persona contagiada debía tener un baño personalizado. Además, tenía que utilizar una vajilla distinta a la del resto de su familia.
El INS tiene dos criterios para determinar los recuperados: el PCR, que es una segunda prueba negativa, y el tiempo clínico: persona que luego de 30 días ya no presenta sintomatología