Este espacio de formación tiene como objetivo fomentar los lazos comunitarios entre los estudiantes y personas en situación de vulnerabilidad social, con el fin de promover la empatía y fortalecer la interacción humana.
En el marco de esta actividad pedagógica, los estudiantes tuvieron la oportunidad de realizar lecturas de la realidad tulueña, reconociendo así los procesos de violencia y degradación del ser humano.
De acuerdo con lo explicado, el propósito es que los estudiantes problematicen estos temas y no los reproduzcan en su vida diaria. Para los líderes del proceso, Juan David Espinoza Escobar y Andrés Felipe Díaz Zambrano, se hace necesaria una educación en Tuluá que piense en las problemáticas que hoy no se llevan al aula, lo que los jóvenes viven en su barrios, las prácticas virtuales que permean su pensamiento debe apoyarse en la academia, con el fin de hacer una educación más llamativa para los tiempos actuales.
Espinoza Escobar y Díaz Zambrano son estudiantes de la maestría en pedagogía y miembros activos del semillero de derechos humanos y convivencia pacífica de la institución.