Los tres sitios requieren de la atención por parte de la Administración Municipal en aspectos como la seguridad, la poda de árboles, reparaciones locativas y ornato en general.
No obstante, el que más deterioro presenta es El Resbalador, el que precisamente motiva este informe gráfico de EL TABLOIDE.
El escenario por su ubicación, tamaño y variedad de “atractivos”, es uno de los más visitados en esta zona de Tuluá, pero el estado que muestran juegos como el laberinto, el resbalador, la malla y la cancha mútiple son deplorables.
A esto se suma que la zona verde desapareció, los árboles requieren poda y atención fitosanitaria y las pocas bancas están semidestruídas.
“Han sido muchos los llamados que hemos hecho en los últimos años, pero parece ser que a los alcaldes poco les importa recuperar estos espacios que son vitales para las comunidades, pues son lugares para el descanso y el sano esparcimiento de la comunidad en general”, dijo Varela al referirse a la situación que afronta el lugar.
Hay inseguridad
El líder comunitario reconoce que hoy Tuluá atraviesa un grave problema de seguridad en varias zonas, pues son numerosas las denuncias de ciudadanos afectados y cansados de esta situación, y por esa razón en el caso de San Pedro Claver, en la primera y segunda etapa, los habitantes aseguran sentirse abandonados por las autoridades.
La inconformidad de los vecinos es notoria y exigen a las autoridades locales controlar actividades ilegales como el consumo de sustancias sicoactivas, pues tal como lo indica la norma estos sitios deben estar libres de los alucinógenos.
“Una mayor presencia del cuadrante no caería mal para que mejore la seguridad”, añadió el dirigente comunitario.