Gonzalo Lozano es un habitante del barrio San Antonio de Tuluá que, con la finalidad de aprovechar una pintura que le estaba sobrando y corría el riesgo de perderse, decidió hacer uso de sus habilidades para el dibujo y pintó varios murales en un espacio que pertenece a la Junta de Accón Comunal.
“Yo no soy artista, ni pintor pero creo que desde mis capacidades puedo aportar para cambiarle la cara a este sector”, dijo Lozano a EL TABLOIDE, tras indicar que es la primera vez que se atreve a una actividad de esa naturaleza.
No dudó en indicar que si aparecen aportantes de materiales, él está dispuesto a trabajar en otros sitios del barrio, pues se nota el cambio en los espacios intervenidos. El de don Humberto Lozano es un ejemplo que se podría imitar, pues demuestra que con poco se puede hacer mucho para tener la ciudad bonita.