Napoleón, es una película norteamericana, dirigida por el británico, Ridley Scott; protagonizada por un actor de origen judío, Joaquín Phoenix, acerca de un francés de raíces italianas, Napoleone Buonaparte, quien sin duda fue el símbolo más importante de esa gran revuelta burguesa liberal:
La Revolución Francesa, que al decir de George Rudé merecería llamarse la Europa revolucionaria. Cuando los acontecimientos sociales de aquella Francia enarbolan como motor ideológico la razón, Hegel, exalta dicha revolución como algo en que la filosofía absoluta tenía consecuencias políticas concretas.
La ferocidad de los revolucionarios en ese momento histórico era la que sostenía el Estado. Para Robespierre y Saint-Just, lo que la sostenía era el terror. El régimen na-poleónico duró algo menos de veinte años, que tuvieron eco en la eternidad y que influyeron, entre otros, en el Código Civil y de Comercio; en la separación de poderes; en la abolición de la monarquía, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en los procesos de independencia en Indoamérica. Dicho régimen muestra la astucia militar de un gran general, que intentaba disminuir la resistencia y aumentar la desesperación del enemigo, con base en estrategia y concentración.
Así, cabe resaltar la utilización por primera vez de alimentos enlatados en campañas militares, el tránsito de tropas por España en procura de llegar a Portugal, que culmina con el traslado de la corte real a Brasil; la expedición militar y científica cultural a Egipto; la estrategia del zar Ruso de tierra arrasada -quemar todo, de manera que en el avance enemigo no quedara ningún recurso que usar- que aunada al feroz invierno, acabó con las intenciones de Napoleón, como ocurrió un par de siglos después, cuando la misma estrategia rusa pondría fin al avance de los ejércitos de Hitler.
Sin embargo, la película no insinúa estos hechos, presenta fechas de forma casi lineal, con un Napoléon cuyo foco parece estar centrado en su condición humana, superado por la fuerza de los acontecimientos hasta adquirir un prestigio casi místico, su obsesión casi irracional por una mujer mestiza del Caribe, Josefina, interpretada por Vanesa Kirby, quién debido a un affaire provoca el abandono de las tropas del General en Egipto. Un film épico que plantea un panorama general de Napoleón, más no de los acontecimientos, un homenaje al líder, una invitación a conocer más de su vida.