El triunfo abrumador de la delegación del Valle en los Juegos Deportivos Nacionales nos enorgullece a los que hemos nacido, vivido y gobernado el departamento, pero es de tal magnitud (más de 200 medallas de oro contra 136 de su rival más inmediato, Antioquia) que vale la pena analizarlo y destacarlo.
Es la victoria de un grupo de atletas de distintas disciplinas, de un puñado de entrenadores y de un grupo humano reunido como fruto de un empeño continuado a lo largo de una década pero que tiene nombre propio: Clara Luz Roldán. La actual gobernadora del Valle ha sido desde hace más de 10 años una trabajadora incansable del deporte.
Como Secretaria del Deporte de Cali, como Directora de Indervalle, como Directora Nacional de Coldeportes y como creadora del ministerio nacional ante el Congreso de Colombia, ella ha acumulado experiencias, pulido su capacidad organizativa y establecido unas pautas que quienes la han reemplazado en esos cargos tienen obligatoriamente que seguir. Ella tenía como meta final de su cuatrienio en la gobernación del Valle la participación en los Juegos Nacionales que se celebran cada 4 años.
Ejerciendo esa bondad de gallina papujona que protege a sus pollitos, Clara Luz, sin olvidarse de sus otras responsabilidades como gobernadora, fue tejiendo la filigrana para conseguir tamaña cosecha de oros, que no solo constituyen una nueva marca en la historia deportiva del Valle sino que se convierte en un gran trofeo para quien callada pero dis-ciplinadamente ha ido armando unos cuadros efectivos y ejemplares de atletas en todas las ramas, de dirigentes responsables en las ligas, de promotores valientes en los distintos municipios. La felicidad que embargaba el rostro de la gobernadora cuando acompañó a la delegación a la hora del cierre de los Juegos Nacionales en Armenia, tal vez lo diga todo. Fue un triunfo muy de Clara Luz Roldán.