Una amiga muy cercana me preguntaba si se podía creer ya perdonar a alguien que te ha hecho mucho daño moral. Eso puede ser un proceso difícil, pero en muchos casos, es posible. Creo que hay que reflexionar sobre tus propios sentimientos: Antes de decidir si quieres creer y perdonar a alguien, tómate un tiempo para reflexionar sobre cómo te sientes y cómo te ha afectado el daño. Reconoce tus emociones y dales espacio a tus propios sentimientos antes de tomar una decisión.
Tienes que comprender las razones que hay detrás del comportamiento.
A veces hay que entender por qué alguien puede hacernos daño, eso nos puede ayudar a comprender un poco, una de las razones puede ser la envidia o puede ser sentirse menos en todos los sentidos.
Esto no justifica su comportamiento, pero puede proporcionarte una mayor claridad sobre la situación y así sentirnos tranquilos y en paz en nuestro corazón.
Puede que hablar con la persona que te ha lastimado sea un paso importante en el proceso de creer de nuevo, la comunicación o el diálogo me ha parecido muy importante, aunque muchas personas no entienden que hablar es indispensable para el entendimiento mutuo.
Hacer las paces con alguien que ha significado algo en tu vida no significa que debas permitir que vuelva a lastimarte. Establece límites claros y saludables para protegerte a ti mismo y evitar futuros daños.
Practica el autocuidado: Asegúrate de cuidar de ti misma, emocional, física y mentalmente durante este proceso. El autocuidado es fundamental.
El perdón no es algo que ocurra de inmediato. Puede llevar tiempo sanar. Sé paciente contigo misma en el proceso.
Recuerda que perdonar a alguien no significa necesariamente reconciliarte con esa persona ni olvidar lo que ha sucedido. El perdón es más un regalo que te das a ti mismo para liberarte del peso emocional que llevas. En última instancia, la decisión de creer y perdonar a alguien que te ha herido es personal y depende de tus circunstancias individuales y tus sentimientos.