“Este maravilloso pulmón del Corazón del Valle nació para la conservación y preservación de la flora autóctona de la región, sin embargo, con el paso de los años, tulueños y turistas frecuentan este lugar para actividades de integración familiar como el camping o sencillamente, para conectarse con la naturaleza y descansar de la ciudad de cemento”, precisa López.
“Ser tulueño es conocer nuestro territorio y su historia y reconocer el Jardín Botánico como un ícono del turismo, porque es patrimonio de los tulueños y debemos defenderlo”, indicó por su parte la gestora social, Adriana Caicedo Castillo.