Conducir en el centro en las horas pico, es una locura, un pandemonio, ni un malabarista de circo es competente para hacerlo.
Los motociclistas andan como alma que lleva el diablo, decían los abuelos, no respetan los semáforos, se cruzan a la derecha e izquierda sin previo aviso, viajan a demasiada velocidad.
Es un milagro que no haya ocurrido una tragedia a gran escala. Ahora veo a motociclistas sin el caso protector, padres de familia llevando hasta dos hijos pequeñitos en la moto, ahí estripaditos con unos casquitos que ni les protege para nada, en caso de un accidente.
De verdad, que es una locura el tránsito vehicular, especialmente en las horas “pico”.
Ya se escuchan los altísimos ruidos de motos en horas de la noche, cuando a alguien se le ocurre practicar en las calles de algunos barrios de la ciudad.
Es urgente que las autoridades competentes “pongan la cascabel al gato”, de lo contrario todo irá de mal en peor, y de pronto mañana será demasiado tarde.
Qué bueno sería complementar la zona histórica de la ciudad, con la peatonalización del centro, promover la adecuación de más parqueaderos para motos, y no permitir que se convierta en un mercado persa, tal como hoy se aprecia.
Espero que estas líneas escritas con el mas puro sentimiento bugueño sirvan de insumo para los hoy precandidatos a la alcaldía de mi amada Guadalajara de Buga, como diría un exburgomaestre, tengan en cuenta el tema de la movilidad requisito esencial si de verdad queremos seguir siendo destino turístico certificado.
Ahí les dejo la inquietud.