La reforma tributaria que presentó el Gobierno de Gustavo Petro en su primer día está a punto de salir del Congreso. En dos sesiones plenarias paralelas de todo el día, el Congreso aprueba este miércoles la mayoría de los artículos que conforman un alza de los impuestos, con la que el Gobierno calcula recoger unos 20 billones de pesos, alrededor del 1,2%, del PIB, a partir de 2023.
La Cámara dejó pendiente el debate del petróleo, uno de los más polémicos, tras durar más de tres horas en la discusión del otro gran asunto, el del impuesto a las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados. El Senado, que avanzó desde más temprano y con más velocidad, aprobó toda la reforma al filo de la medianoche.
El deseo de que las plenarias la sacaran adelante en uno o dos días estaba claro. Miguel Uribe, uno de los senadores más visibles de la oposición, pidió a Roy Barreras, gobiernista y presidente del Congreso, que no citara esta semana a debatir la reforma, pues el texto de la ponencia solo se conoció este martes temprano.
Barreras se negó y tanto el Senado como la Cámara, que preside el también petrista David Racero, convocaron a una reunión de su plenaria en la mañana de este miércoles, cuando usualmente las plenarias se hacen en la tarde.
El Senado abortó el asunto poco después de las 11 de la mañana, con las presentaciones de los coordinadores ponentes, encabezados por la senadora gobiernista Clara López. Poco después de la 13.00 de la tarde se dio una primera votación. Se trataba de manifestarse a favor o en contra del informe de ponencia, algo sin gran trascendencia, pero que señala cómo están las cargas en general en un proyecto.
El resultado: 63 votos a favor y 18 en contra. La Cámara tardó más, e inició con un largo debate sobre los impedimentos que presentaron varios de ellos. La decisión sobre el informe de ponencia se dio sobre las 16.15 de la tarde. El resultado: 132 a favor y 31 en contra. La suma de las dos quedo claro que la reforma sería una victoria del Gobierno sin atenuantes.
En las dos cámaras la oposición propuso votar por aparte cada uno de los 90 artículos de la reforma. Fue derrotada, y así de forma rápida las mayorías aprobaron decenas de artículos para los que no había propuestas de cambio, y rechazaron en bloque decenas de propuestas que no tenían el aval del Gobierno. Pero los artículos y las proposiciones que quedaban suscitaron suficiente discusión como para tomar horas de discursos, chistes, argumentos, que en la Cámara no se han terminado.
Y así fue de forma casi total. En los dos puntos más debatidos, el pan y el petróleo, el Senado mantuvo los impuestos al segundo, pero aceptó eliminar el pan y otros productos básicos (la leche y sus derivados, la miel, las obleas y los bocadillos) del nuevo impuesto a los alimentos ultraprocesados.
La Cámara, entre tanto, no alcanzó a debatir los tributos a los hidrocarburos, pero tras tres horas de discusión, aprobó el impuesto a los alimentos ultraprocesados con los mismos ajustes del Senado. Ahora ese gravamen, que encarna uno de los principales mensajes del Gobierno en la reforma, entrará a regir más adelante.
Para las bebidas azucaradas se empezará a cobrar en julio de 2023 y para los alimentos en septiembre. Eso, según explicó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, busca aplazar su impacto en la inflación (explicó que habían proyectado que la impulsaría en 0,27%), pues la expectativa es que el alza de precios se vaya reduciendo en el transcurso del próximo año, según revelan los más recientes estudios de los técnicos del Banco de la República.
Las sesiones simultáneas tuvieron momentos sonados. Cuando el Senado debatía un artículo que gravaba con el impuesto de renta a las actividades comerciales de las iglesias, y tras varias intervenciones sonadas en contra de esa idea, Clara López tomó el micrófono. “Por encima del ruido de esta plenaria, quiero recordarles por qué Jesucristo echó a los fariseos del templo” dijo en medio de gritos, invitó a eliminar ese impuesto despertando algarabía entre congresistas religiosos de derecha, y empezó a reír. Ganó en la única votación en la que ella estuvo contra el Gobierno, y que fue la única que perdió el Ejecutivo.
Una mayoría de 59 senadores, que venció a 19 que buscaron mantener el artículo, recordó que el fervor religioso traspasa fronteras partidistas. “Votamos por la libertad de cultos. Dios está en el preámbulo de la Constitución y yo sigo defendiendo las Iglesias”, dijo el liberal Alejandro Carlos Chacón.
Poco después de las 10.30 de la noche, tras más de 10 horas de discusión, David Racero anunció que la Cámara de Representantes levantaba la sesión para continuar el debate este jueves en una sesión citada a las 8 de la mañana. Había aprobado más de 80 artículos, pues solo deja pendiente el petróleo.
El Senado continuaba discutiendo el sensible asunto del pan, pero a las 11.55 de la noche, Roy Barreras dijo “Ha sido aprobada en su totalidad la reforma tributaria del Congreso”. Luego habló el ministro de Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada: “esta reforma tributaria asegurará un camino de financiación de un proyecto de cambio, del cambio por el que votaron los colombianos”.