Por su puesto, esa frase que se lee en muchos espacios al parecer no la conocen los propietarios y/o administradores de este establecimiento comercial en la carrera 30 con calle 21 del barrio Popular de Tuluá.
Sin ninguna contemplación, ubican el arrume de llantas en los andenes y poco les importa la suerte de los peatones. Vale la pena preguntar, si a estos sectores no llegan los gestores de espacio adscritos a la Secretaría de Gobierno.
Tristemente, esta es una práctica que se repite en los diferentes sectores de la Villa de Céspedes, donde los comerciantes usan el espacio para ubicar la mercancía. Es una tarea que sigue pendiente por parte de la Administración Munipal y la puesta en marcha de una política de cultura ciudadana que se desarrolle no solamente en la zona céntrica sino también en los sectores periféricos.