La denuncia enviada a la sala de redacción de EL TABLOIDE corresponde a la carrera 16 con calle 21, donde los propietarios de estos vehículos sin el menor reparo los parquean en los andenes dejando sin un milímetro de espacio a los peatones que se deben arrojar a las calles con los peligros que ello representa. Resultaría conveniente que los agentes de la secretaría de Movilidad y Seguridad Vial se dieran una vuelta por los sectores residenciales para que a través de un trabajo continuo recuperen los espacios que son para las personas. Hay que recalcar que el Código Nacional de Tránsito tiene establecidas las multas para quienes de manera deliberada estacionen sus vehículos en zonas y sitios prohidos. Hay que actuar, pues un peatón arrollado es una demanda que con seguridad perderá el fisco local.