En la actualidad MBappé es considerado uno de los mejores futbolistas del mundo. Al parecer su protagonismo no solo se refleja en las canchas, sino también fuera de ellas.
En efecto, se lee en internet, que el astro galo en días recientes manifestó que “La ventaja que tenemos aquí es que siempre jugamos partidos de mucho nivel, tenemos la Nations League por ejemplo.
Cuando lleguemos a la Copa del Mundo, estaremos listos. Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar a la Copa del Mundo. En Sudamérica el fútbol no es tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando miras las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan”.
Las declaraciones anteriores han provocado reacciones en nuestro continente, manifestaciones entendibles, por cuanto la primera reacción ante una crítica, será la de invalidarla. Esto parece tener asiento en las cegueras mentales, que llevan a pensar que el conocimiento de uno supera el del otro.
Por supuesto, esta actitud no ayuda mucho en un debate o para un cambio de comportamiento, puesto que la crítica puede aportar aspectos positivos. Para el caso, vale resaltar que algunos equipos suramericanos han tenido un papel protagónico en las justas mundialistas.
Prueba de ello son los 9 campeonatos, repartidos así: Brasil 5, Argentina 2, Uruguay 2, frente a las 12 copas que han levantado los combinados europeos, distribuidas así: Alemania 4, Italia 4, Francia 2, España 1, Inglaterra1. Desde luego, si se tiene en cuenta que el número de países, que participa cada cuatro años en esta competencia en representación de Suramérica, es inferior al del viejo continente, el balance es bueno.
No obstante lo anterior, el mismo Mbappé recurre a la frase “las últimas copas del Mundo”, frase que nos lleva a pensar, que en efecto algo está pasando en los torneos de nuestros respectivos países.
En una columna anterior anoté que el fútbol profesional colombiano se ve lento frente al futbol europeo, aserción que se podría extender al resto de torneos suramericanos. Incluso, las estadísticas preparadas por las organizaciones especializadas en esta materia, revelan que el tiempo real de juego de los partidos de fútbol que se desarrollan en Europa, es superior a aquel de nuestro continente.
Así las cosas, compete a las ligas de balompié diseñar estrategias que permitan mejorar este deporte en esta parte del mundo, dichas estrategias han de estar dirigidas a potenciar en los jugadores, la parte física, conjuntamente con las dimensiones emocional, actitudinal, comportamental, entre otras.