“La barbarie de los criminales no tiene límite. Rechazamos con vehemencia su ocurrencia y solicitamos a las autoridades esclarezcan lo ocurrido cuanto antes”, dijo la Defensoría en su cuenta institucional de Twitter.
Los hechos de Arauca se suman a las masacres ocurridas en la última semana en Cali, Samaniego y Ricaurte (Nariño), principalmente contra personas jóvenes, que han indignado al país y son materia de investigación.
En Cali fueron asesinados cinco jóvenes, algunos de ellos menores de edad, el 11 de agosto. Luego, en Samaniego, ocho personas que departían en zona rural del municipio fueron asesinadas. Y tres indígenas awá fueron asesinados después en Ricaurte, municipio nariñense, el martes pasado.