Llener Darío Borja Mafla, gerente de la institución, explicó que desde su creación, Infituluá ha tenido algunas limitantes para su opera-tividad al no poder competir de manera abierta con el sector privado y con la reforma aprobada de manera unánime se quita esa talanquera, lo que sin duda redundará en el crecimiento de la entidad.
Otros de los cambios previstos en la reforma, tiene que ver con la distribución de las utilidades que, desde la creación de Incentiva y tras su transformación en una Empresa Comercial e Industrial del Estado, las pasaban en un 80% al municipio y el 20 se quedaba en el Instituto y ahora con la reforma la fórmula se invierte.
Consultado sobre este particular, el alcalde John Jairo Gómez Aguirre le dijo a EL TABLOIDE que lo que se pretende es fondear el Instituto para de esta manera poder apalancar desde allí diferentes proyectos de impacto social sin que pierda su capacidad de maniobra como viene sucediendo en la actualidad.
Buenos resultados
Para el abogado Borja Mafla, a pesar que Infituluá es una entidad menor comparada con otros “Infis” que funcionan en el país, su capacidad de inversión y ejecución de obras es superior y lo que se busca es poder seguir creciendo con la reforma estatutaria aprobada por el Concejo recientemente.
Destacó así mismo el hecho que la entidad se haya hecho a la mayoría accionaria de la Terminal de Transportes quedando con una participación del 61,67 %, asegurando que con la venta de las acciones de la terminal de Popayán, una vez se pueda hacer ese negocio, el Municipio de Tuluá no pierda el control y los tulueños siguan siendo propietarios de la Central de Transportes.