Algunas de las plantas ornamentales han crecido de manera desproporcionada y en varios tramos empieza a brotar vegetación entre las baldosas, por mencionar solo algunos aspectos. Este escenario natural, que se enmarca en el entorno del cauce tutelar de los tulueños, merece una “manito”, un poco de cariño y se debería aprovechar estos días cuando se acerca la Navidad y el Año Nuevo para recuperarlo y embellecerlo. Sería bueno que la oficina de la Gestora Social de Tuluá liderara las acciones como parte de la estrategia Ser Tulueño.