Venga, hagamos la entrevista de una vez porque no me siento bien»: esa frase aún recala en la memoria del periodista William Loaiza Amador, quien justamente estaba buscando al cantante ecuatoriano, Olimpo Cárdenas, con la finalidad de hacerle preguntas respecto a su carrera musical y su estadía en la Villa de Céspedes.

Curiosamente al hombre del «Olfato», como solían llamarlo, ese día no portaba su grabadora personal por lo que le dijo al artista que le diera una espera mientras le llegaba el artefacto, pero en un segundo todo cambió rotundamente, pues por esas cosas de la vida le correspondió llamar a la torre Sonora de RCN en Bogotá, donde estaba de turno Jairo Tarazona para para contarle al país y al mundo que en el parque infantil Julia Scarpeta de Tuluá había fallecido Olimpo Cárdenas Moreira, una de las voces ecuatorianas más reconocidas en hispanoamérica y dueño de un repertorio que aún sigue sonando en muchos sitios de bohemia.
Momentos de angustia
El infarto fulminante que apagó la vida del artista que había nacido en Vince, república del Ecuador en 1923, acaeció un domingo 28 de julio de 1991, es decir así ya casi 34 años.

Recuerda William Loaiza que tras sentirse con el malestar, y después de la primera tanda que cerró con El Provinciano, se sentó en la banca 042 construida por Norbey Valencia y fue allí donde le tomó la que sería la última fotografía, al lado de un grupo de seguidores, y que acompaña esta nota periodística en el marco de los 50 años de EL TABLOIDE.
De la alegría al dolor
Como solía pasar con cada espectáculo, en esa ocasión, el parque infantil estaba repleto y muchas personas apenas llegaban al escenario cuando se presentó el percance con el artista y en ese instante el caos se apoderó entre los asistentes, pues a diferencia de los tiempos actuales no había una logística preestablecida para afrontar cualquier eventualidad.

Cárdenas fue llevado al hospital Tomás Uribe Uribe, donde se confirmó su deceso, aunque a decir verdad del lugar fue levantado sin signos vitales.
Para el periodista tulueño, testigo de excepción de la noticia, todo ocurrió muy rápido y relata que era increíble percibir como en un abrir y cerrar de ojos ese auditorio que se deleitaba con la voz inconfundible del ecuatoriano pasó de la alegría al llanto y no daban crédito a lo que estaba pasando.
Pero al periodista tulueño, además de dar el extra al país sobre la infausta noticia, le correspondió también llamar a la esposa del cantante para contarle lo que había pasado y lo vivido detrás de la línea telefónica aún retumba en su mente.
Olimpo Cárdenas, había llegado a Tuluá a presentarse por invitación del comerciante y joyero Samuel Cárdenas, que no tenía ningún nexo familiar con el artista y quien era el propietario de la Joyería La Esmeralda.
El locutor Jota Melber Cardona fue el animador de la presentación de Olimpo León Cárdenas Moreira, quien había nacido un cinco de julio de 1923 y al momento de su fallecimiento contaba con 68 años de edad.
Quizás para la generación actual el nombre y la trayectoria artística de quien en vida fue el cantante vinceño Olimpo Cárdenas Moreira, poco o nada significan, pero ya es tiempo de que sea rescatado del olvido con un gesto de justicia en su memoria.
Olimpo Cárdenas llevó muy en alto el nombre de la patria en todas las actuaciones y grabaciones que realizó, y fue poseedor de una voz con un impresionante estilo que se adaptaba a todo tipo de canciones.