¿Usted es de mal genio, explosivo o de carácter fuerte?
Soy firme en mis convicciones y soy un ser humano. A manera chistosa digo que yo ya no me pongo bravo sino en Los Reencauchados. Pero lo suprimieron y eso me pone muy triste. En estos días me dijeron: ¿le puedo hacer una pregunta y no le saco la piedra?, contesté: no se preocupe que yo siempre la tengo afuera.
¿Usted cree que la paz saldrá de las reuniones en La Habana?
El problema tiene dos elementos que lo agravan, el primero es pretender hacer la paz sacrificando la seguridad, ofreciendo impunidad, elegibilidad de terroristas, y el segundo problema es descuidar las soluciones del país y referirlo todo a La Habana. Aquí está en ruina el sector agropecuario, no se avanza en educación, en salud y todo lo refieren a La Habana. Es muy grave.
¿Por qué la inseguridad se trasladó a las ciudades?
No, la inseguridad nosotros la encontramos en todas partes, la encontramos en la ruralidad y en las ciudades. En las ciudades había más carros bombas y más secuestros; hoy, hay más extorsiones y la inseguridad se ha agravado en todas partes. En la cordillera de Tuluá volvió la extorsión y también hay extorsión en el casco urbano. Uribe mejoró la seguridad en el campo, pero ahora necesitamos seguridad urbana, la Seguridad Democrática es universal, es rural y urbana e infortunadamente este gobierno la ha dejado perder.
¿Encabezará la lista al Senado de la República?
Nosotros estamos organizando la candidatura a la Presidencia del Centro Democrático y las listas al Congreso. Yo le debo gratitud a los colombianos y me obliga que mientras tenga energía para estar en la política, está en discusión si aspiro o no al Senado. Cuando me veo en el espejo me digo, bueno yo estoy para arrullar el nietecito, qué voy a intervenir en la política, pero en la vida real me pasa como el cuento de García Márquez, me siento viejo en el espejo, pero en la vida real todavía me siento con energía y me digo, hay que dar la batalla.
¿Cuál es su propuesta para lograr la paz en Colombia?
Como veníamos. La seguridad había avanzado enormemente en la paz, esa seguridad exigía la reparación de víctimas, era una seguridad que permitía, además de la autoridad, la reinserción generosa de los integrantes de esos grupos, pero sin impunidad. Había una gran tasa de inversión que hoy tiende a debilitarse y que podría contribuir mucho al desarrollo de país.
¿Cómo ve la situación en el Catatumbo?
Veo que el abandono del gobierno en estos tres años a los sectores sociales permitió que el liderazgo lo impusiera y lo capitalizara la Farc. Muy grave. Nuestro gobierno en el Catatumbo desmontó los paramilitares, derrotó a la guerrilla que tuvo que irse para Venezuela; había 15 mil hectáreas de coca y dejamos 300. También dejamos 3800 familias guardabosques, familias campesinas que estaban en la coca, pero ellos la dejaban y mantenían la recuperación del bosque y el gobierno les pagaba; el gobierno Santos se olvidó de eso.
¿Usted se sentaría hablar con las Farc?
La cuestión no es de vanidades, de quién se sienta o no, las preocupaciones mías son la impunidad, el deterioro de la seguridad. Si usted me dice que hay un muchacho que solamente ha vestido el uniforme de las Farc y ha portado armas y no ha cometido otro delito y que el costo para la paz es que ese muchacho no vaya a la cárcel y pueda ser elegido, yo le digo que sí Doña Nilsa. Pero, si me dice que hay alguien que incurrió en narcoterrorismo, en violación de niñas, en secuestro, en extorsiones, en carros bombas, en reclutamiento de niños, ese secretariado que hizo secuestrar y asesinar a los diputados del Valle del Cauca, si le van a dar elegibilidad e impunidad como lo quiere el marco para la paz, yo le digo que no.
¿Cuál es la diferencia del Álvaro Uribe de hace diez años al de ahora?
La primera es la fotografía que usted tiene en su oficina, ahora es la fotografía del abuelo que tendrá que tomarme ahora.
¿Cuándo siente miedo?
Cuando estaba joven decía que le pedía a Dios que me hiciera temerle a tener miedo.
¿Qué le falta para ser completamente feliz?
Cosas de la vida, tener tranquilidad y conciencia, cumplir con el deber.
¿Cuándo ha dicho hasta aquí llegué, me cansé?
Cuando en la finca me acuesto a las 7 de la noche para superar trasnochos.
¿Quiénes son sus amigos?
Mis amigos, la familia, mi señora, mis hijos y mi nietecito.
¿Con quién no se tomaría ni un tinto?
Desde que haya testigos, con todo el mundo. En ausencia de testigos con algunas personas no me lo tomaría.
¿Cómo le gustan las mujeres?
Cuando estaba joven Gaitán decía que la política y las mujeres se parecen de acuerdo a la edad del hombre; cuando se está en la primera edad, que lo único que se exige de la mujer es que sea mujer y se perdona todo lo demás, como lo único que se exige de la política es que dé distinciones y se perdone todo lo demás. Pero cuando ya se está en la edad suprema de la vida, y a mí ya me cayó hace rato, lo único que se le pide a la mujer es que no sea mujer, pero se le exige todo lo demás y lo único que se le exige a la política es que no dé distinciones, pero se le exige todo lo demás.
¿Duerme con o sin pijama?
Cuando duermo en la hamaca lo hago en pantaloneta, pero cuando a Lina le da por prender un ventilador lo hago en pijama porque me da mucho frío.
¿Qué no tolera?
Finalmente hay que tolerarlo todo, así todo no se comparta.
¿Gustavo Álvarez ha sido un crítico suyo, por qué viene a hablar con él?
Lo aprecio, me parece que es un intelectual genuino que piensa sin doble juego y habla sin doble juego.