No hay palabras por relatar nuevamente lo sucedido, la forma como asesinaron, sin ningún tipo de misericordia, al presbítero Tiberio de Jesús Fernández Mafla, a su sobrina, Alba Isabel Giraldo Fernández, de solo 22 años de edad y también a dos personas más, el arquitecto Óscar Pulido Rozo y José Norbey Galeano Cuartas.

Fue el 17 de abril de 1990, cuando el religioso junto a su grupo de acompañantes, se desplazaba en un vehículo, tipo campero, de placas NP 4606, de regreso al municipio de Trujillo después de haber asistido al sepelio de un líder asesinado. En el trayecto fueron interceptados por sujetos que los secuestraron, los torturaron y acabaron con su vida de una manera vil, despiadada.
Solo el cuerpo del padre Tiberio apareció días después en aguas del río Cauca, en el sector conocido como ‘Remolinos’, jurisdicción del municipio de Roldanillo.
El crimen de estas personas, hace parte de los 342 casos que conforman lo que se ha denominado como la masacre de Trujillo, que sacudió a esta población durante los primeros años de la década del 90.
La muerte de Fernández Mafla, en la que estuvieron involucrados militares, policías, a órdenes de narcotra-ficantes, se convirtió en el símbolo de esa terrible y nefasta página de la historia trujillense y vallecaucana.
Como acto de protesta por la forma en que murió el sacerdote, la Iglesia Católica decidió durante un tiempo no enviar religiosos a Trujillo.
Hoy, esa región del centro del Valle está nuevamente sumida en una espiral de violencia que, en los últimos meses, ya deja decenas de víctimas fatales, principalmente en su zona rural montañosa.
Estos religiosos también fueron asesinados
El viernes 27 de septiembre de 2013, los habitantes del municipio de Roldanillo, Valle, se estremecieron ante la noticia del asesinato de los dos sacerdotes de su parroquia. Los presbíteros Luis Bernardo Echeverry Chavarriaga y Héctor Fabio Cabrera Morales, de 69 y 27 años de edad, respectivamente, fueron atacados con arma cortopunzante dentro de la casa cural. Todo indica que el móvil del crimen fue el hurto de algunas de sus pertenencias. Los presuntos responsables del doble crimen fueron capturados en abril de 2014.

De otra parte, tambien en el año 2013, el miércoles 16 de enero en horas de la noche, fue asesinado con arma cortopunzante el sacerdote Francisco José Vélez, de 54 años de edad, en hechos registrados en su vivienda ubicada en el barrio El Albergue. Sin embargo, el religioso se desempeñaba como párroco en la Iglesia Niño Jesús de Praga en el municipio de Tuluá.
Rápidamente las autoridades lograron la captura del responsable de ese homicidio.
La víctima también prestó sus oficios religiosos en parroquias de Sevilla y Guadalajara de Buga.